¿Recuerdas cuando avanzamos que el agravamiento del conflicto entre Israel y Palestina iba a traer consecuencias para nuestro país? Hasta la fecha, hemos sido de los pocos que han mantenido esa afirmación, y ahora se ha cumplido (lamentablemente). Conocemos los primeros efectos de la crisis del Mar Rojo en España, y ni siquiera las medidas anticrisis del Gobierno para este año podrían paliarlos.
La crisis del Mar Rojo: un nuevo (y previsible) conflicto geopolítico
Lo que hoy denominamos crisis del Mar Rojo es en realidad un conflicto que comenzó hace varios años, cuando Arabia Saudí comenzó a bombardear Yemen. El 80 % de su población cayó por debajo del umbral de la pobreza por culpa de bombardeos con material occidental (te sorprendería saber qué países están ayudando).
El último de sus efectos ha sido la interrupción en el tránsito de embarcaciones por el estrecho de Mandeb. Es el más afectado por las tensiones geopolíticas entre el país árabe y Estados Unidos, pero también por la invasión israelí de Palestina. Sin duda, una bomba de relojería que tenía que estallar en algún momento.
Por su parte, muchos países dependen del estrecho de Bab Al Mandab, que conecta el Mar Rojo con el Golfo de Adén y el Océano Índico, para sus importaciones y exportaciones. Su bloqueo por los rebeldes huthis en Yemen ha paralizado el tráfico marítimo. ¿Te imaginas tener que bordear toda África? Pues eso podría suceder.
El precio del petróleo se ha disparado ante la imposibilidad de transportar crudo desde Oriente Medio. La escasez de combustible está impactando duramente en la economía. Entre los países más afectados por la crisis del Mar Rojo tendremos, una vez más, a los de la Unión Europea en pleno.
¿Cómo va a impactar la crisis del Mar Rojo en España? Atención a los precios
La crisis del Mar Rojo y el bloqueo del canal de Suez están provocando una grave escasez de productos básicos. Al no poder acceder al Mediterráneo, los barcos no pueden descargar sus mercancías en los puertos españoles. Esta falta de suministro está disparando los precios de muchos productos.
Los expertos advierten que los precios de materias primas como el petróleo, el gas y los cereales podrían aumentar si la crisis se prolonga. España importa gran parte de estos productos en barcos procedentes de Asia y Oriente Medio. Su escasez encarecería la producción en múltiples industrias, desde alimentación a automoción.
Algunos productos ya están experimentando fuertes subidas por la crisis del Mar Rojo, como los plátanos (+34 %), el café (+6 %) o los componentes electrónicos (+10 %). Recordarás que los microchips, por ejemplo, ya fueron objeto de desabastecimiento hasta que China volvió a abrirse tras la pandemia.
La situación es tan grave que hay expertos recomiendan acumular stock de productos no perecederos ante la posibilidad de nuevas alzas de precios. Sin embargo, también piden prudencia para no caer en acaparamiento innecesario o comprar productos aún no afectados por la crisis.
Un repaso a los sectores que se verán más perjudicados: son bastantes
Resulta inevitable preguntarse por dónde empezaremos a notar las consecuencias. El sector textil es uno de los más perjudicados. Muchas empresas textiles importan materias primas y productos terminados desde Asia a través del Mar Rojo. Los retrasos y la escasez de contenedores están ocasionando falta de stock.
Otros sectores relevantes como los de alimentación, química y farmacéutica están experimentando problemas similares con retrasos e incrementos de costes. El primero, no obstante, ya ha recibido una medida de emergencia, aunque solo para el aceite de oliva (falta hacía).
La tecnología y la electrónica de consumo también se están viendo impactados muy negativamente. La escasez y encarecimiento de componentes procedentes de Asia dificulta la fabricación y comercialización de productos tecnológicos. ¿Estamos ante un nuevo bloqueo comercial?
Está claro que el impacto de la crisis del Mar Rojo en España puede ser considerable. La inflación está pasando una época de inestabilidad (ahora está más moderada, pero sigue por encima de la media). Lo único que quedaba por ver es otro conflicto regional que provoque mayor inseguridad en los precios. ¿No había suficiente preocupación con el nuevo coste de la bombona de butano?