Las llamadas de teléfono forman parte de nuestras rutinas diarias, más o menos según la persona pero sin duda prácticamente todo el mundo realiza o recibe al menos una llamada de teléfono cada día. Te contamos cuál es la práctica que muchas personas llevan a cabo durante una llamada de teléfono que supone un verdadero peligro legal, tanto que debes tener muy claro lo que puede pasar antes de volver a hacerlo.
Las llamadas telefónicas en España
Impensable vivir sin ellas hoy en día, pero las llamadas telefónicas no comenzaron su historia hasta 1876, año en el que se realizó la primera desde una línea fija, mientras que la primera desde un teléfono móvil no llegó hasta el año 1973. Con prácticamente cualquier persona con un móvil en el bolsillo hoy en día, atrás quedan los tiempos en los que para hacer una llamada te metías en una cabina telefónica, hoy más un tesoro que otra cosa.
Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en España hay cerca de 58 millones de líneas de telefonía móvil, mientras que las cifras de líneas fijas siguen bajando y se sitúan ahora en torno a los 19 millones, descenso que comenzó cuando las líneas móviles comenzaron a ganar terreno en la sociedad.
Grabar una llamada de teléfono es ilegal
Muchos dispositivos móviles ofrecen la posibilidad de grabar una llamada de teléfono siempre que quieras, y en los que no ofrecen esa opción de serie podrás hacerlo igualmente ya que hay infinidad de aplicaciones con las que poder hacerlo, sea cual sea el sistema operativo de tu smartphone. Cada persona puede tener un motivo diferente para grabar una conversación telefónica, quizás como recuerdo, quizás como prueba, pero lo cierto es que hacerlo implica un riesgo legal que conviene conocer para no llevarse una desagradable sorpresa en algún momento.
Muchas personas se piensan que grabar a otra persona sin consentimiento vulnera el derecho al secreto de las comunicaciones y a la intimidad, lo que afectaría tanto a las llamadas como a las grabaciones presenciales, pero lo cierto es que hay determinados casos en los que este tipo de grabaciones sí se pueden aportar como prueba en un juicio, o simplemente se pueden grabar sin incurrir en un delito legal. En este sentido, según está legislado en España actualmente, será válida la grabación de una llamada de teléfono o conversación en la que, aunque no haya consentimiento ni conocimiento de la otra u otras personas involucradas, quien graba sí es parte de esa llamada.
La jurisprudencia considera que las grabaciones de llamadas telefónicas son válidas porque no puede haber secreto para la persona a la que se dirige la conversación, ni vulneración de la intimidad, porque cuando una persona habla voluntariamente a otra, está renunciando a su privacidad al permitir que terceros la conozcan, por mucho que se haga dentro de un círculo privado, por lo que la grabación no implica vulneración o infracción alguna. Eso sí, la grabación no podrá ser difundida, sería delito, pero sí que se podría utilizar en un procedimiento judicial.
Además de las consecuencias en la vía penal, la difusión de conversaciones sin consentimiento es un hecho delictivo que se puede perseguir también por la vía civil, tanto que se puede incluso pedir la correspondiente indemnización si la publicación de esa conversación ha causado daños y perjuicios morales y/o materiales. También es importante tener en cuenta que difundir o publicar conversaciones en las que las personas intervinientes pueden ser reconocidas y no han dado su consentimiento para la difusión supone una infracción de la normativa de protección de datos, lo que deberá denunciarse ante la Agencia Española de Protección de Datos.
En conclusión, grabar una llamada de teléfono o conversación en la que se interviene no es delito, pero sí difundirla, como también lo es grabar conversaciones de terceros en las que la persona que graba no interviene.