La DGT informa constantemente de cambios en normas de circulación, así como de cualquier otro tema que sea de interés para los conductores, especialmente cuando se trata de normas que afectan a las diferentes señales de tráfico para que sepan su significado en todo momento. Te contamos qué dice la DGT sobre el semáforo en ámbar para que tengas claro lo que tienes que hacer a partir de ahora, y es que muchas personas lo desconocen, pero por suerte se ha confirmado de forma oficial.
¿Cuándo se inventaron los semáforos?
El origen de los semáforos se remonta al año 1868, cuando un ingeniero británico llamado John Peak Knight diseñó uno con el objetivo de controlar el tráfico de vehículos, inspirado en ese momento en un aparato similar que utilizaba señales luminosas para regular el paso de trenes y ferrocarriles. En diciembre de ese mismo año se colocó el primero en Londres, concretamente frente al parlamento en Westminster, aunque fue un fracaso ya que meses después explotó de forma accidental.
La llegada de los semáforos a España no se dio hasta el 17 de marzo de 1926, fecha en la que se colocó el primero en el cruce de la calle Alcalá con la Gran Vía, en Madrid. En un principio lo llamaron «farola de señales luminosas para regular la circulación de peatones y vehículos», pero finalmente utilizaron el mismo nombre que se le daba en otros países, más corto y fácil de identificar.
¿Qué hacer en un semáforo en ámbar?
Los semáforos mostraban originariamente los colores rojo para obligarte a detenerte y verde para darte el paso, y no fue hasta el año 1920 en el que llegó el color ámbar a ellos, gracias específicamente a un nuevo diseño de William Potts, inventor que se llevó muchos aplausos al conseguir transmitir una señal de precaución como punto intermedio entre el verde y el rojo. Con el paso del tiempo, la sociedad siempre ha tenido la misma duda al ver un semáforo en ámbar, ya que aunque hay que tener precaución muchos tienen miedo a pasarlo en ese color.
Según dicta el Reglamento General de Circulación en España, elaborado por la Dirección General de Tráfico (DGT), el semáforo en ámbar intermitente significa que se debe proceder con precaución, mientras que si el ámbar es fijo se debe detener el vehículo si es seguro hacerlo, ya que indica que el semáforo cambiará pronto a rojo: «Ante la luz amarilla no intermitente. El conductor debe detenerse igual que si estuviera roja. A no ser que cuando se encienda, el vehículo se encuentre tan cerca del semáforo que no pueda detenerse con seguridad».
Muchas personas aceleran cuando ven un semáforo en ámbar, con la luz fija, porque saben que rápidamente se va a poner en rojo y quieren pasar para no tener que esperar al siguiente turno de luz verde, pero lo cierto es que la DGT deja claro que eso no se puede hacer y que hay que hacer justo lo contrario, esto es, detenerse. Lo que es muy importante es que nunca sientas dudas si te encuentras un semáforo en ámbar, ya que esos segundos que tengas que pensar y analizar y pasas o no pueden ser decisivos y causar un accidente. Además, ante la duda, detén el vehículo, siempre y cuando sea seguro hacerlo, claro está.
¿Qué son los semáforos foto-rojo?
El Ayuntamiento de Madrid ha informado de la instalación del sistema de foto-rojo, el cual «consiste en la instalación de cámaras en determinados semáforos con la finalidad de comprobar el cumplimiento de la detención de los vehículos en pasos de peatones con semáforo de la ciudad». Además, el consistorio madrileño explica que esas cámaras se instalan en un soporte tipo báculo y a 25 metros de la línea de detención para así permitir encuadrar por completo tanto el paso de peatones como la propia cabeza del semáforo. Son dispositivos que están señalizados.
Si eres de las personas que tenían dudas sobre el semáforo en ámbar y su significado, esperamos que con este artículo y la aclaración de la DGT ya sepas cómo actuar cada vez que te encuentres uno.