Westwing está tomando decisiones drásticas en España. El 80% de su plantilla ha quedado fuera y eso podría significar que pronto tengamos que decirle adiós a la ecommerce de muebles. Lo que sucedió con la ola de despidos en Glovo fue sorprendente, pero este panorama no se ve demasiado diferente.
Más de una década después de llegar a nuestro país, el comercio electrónico que vende muebles y decoración decide cambiar de rumbo. A mitad de enero, la compañía comunicó a la plantilla su intención de llevar adelante un expediente de regulación de empleo (ERE).
Es una medida drástica y difícil que ninguna empresa que quiera crecer desearía tomar. Sin embargo, hay varias circunstancias que han llevado a la compañía a este punto.
El ERE supone el despido de 102 empleados en España, más del 80% de su plantilla. Están totalmente concentrados en Cataluña, repartidas casi de manera equitativa entre las oficinas de Barcelona y un centro logístico en Tarragona. Por su parte, los trabajadores ya se están moviendo para hacer una huelga de 5 días a partir del 26 de febrero.
Westwing cambia su situación en España: las cosas ya no son como antes
La intención de la empresa es dejar alrededor de una veintena de trabajadores en las oficinas, pero desarticular el almacén al completo. Según ha publicado El Periódico de Cataluña, la multinacional argumenta que la sociedad ubicada en territorio español presenta pérdidas y no viable mantener el negocio.
No obstante, la plantilla tiene otra percepción de lo que está sucediendo. Advierten que la compañía desea gestionar el mercado español e italiano (donde también se prevén despidos) desde Alemania y Polonia, como hicieron en su momento con Francia y Holanda.
Sustentan su teoría en que la firma ha presentado sus cuentas crecientes de 2023. Registran unas ventas que rozan los 400 millones de euros y un ebitda (resultado antes de restar el pago de impuestos, amortizaciones y otros gastos contables) positivo.
Al mismo tiempo, han avistado ofertas de empleo publicadas en LinkedIn para cubrir puestos en Alemania y Polonia. De hecho, uno de los requisitos solicitados es hablar castellano. Por lo tanto, si la intención de la empresa es relocalizar no existe “sustento objetivo y legal” para comenzar un despido colectivo de semejante magnitud.
Westwing España ha dado una desagradable sorpresa y tendrá consecuencias
Ponen énfasis en las condiciones de salida que planteó la marca en la última reunión con los empleados: indemnizar a los afectados con 23 días por año trabajado, una cifra apenas un día por encima del mínimo que marca la ley cuando el ERE es por fuerza mayor.
En este contexto, los trabajadores organizan una huelga que comenzará el próximo lunes 26 de febrero. Siendo Cataluña el único centro operativo de la empresa en nuestro país, la ausencia de actividad durante 5 días podría llevar a la empresa a presentar problemas en el abastecimiento de pedidos.
“La idea es hacer presión para que la empresa se siente a negociar y haga una oferta más ajustada a las expectativas de la plantilla”, expusieron los empleados, quienes denunciaron, entre otras cosas, que el despido alcanza a varios sectores vulnerables, para los que la empresa no ha propuesto ninguna protección.
La versión de la compañía difiere completamente. Señalan que su intención es ayudar a los profesionales perjudicados por esta situación. “Hemos sido un equipo increíble y lleno de gente brillante, pero las circunstancias son las que son”, manifestó el consejero delegado de Westwing en España, Víctor García de Santiago, quien ejerce de representante de la empresa en la negociación.
Existen dos maneras de ver las cosas ante la situación de Westwing en España, pero, se mire desde la perspectiva que se mire, está claro que las cosas ya han cambiado en la compañía. El mercado está convulsionado y son muchas las empresas que se están viendo obligadas a decir adiós a sus trabajadores. Otro famoso caso es el de Bimbo y Danone, que anunciaron un ERE para cientos de trabajadores.