Los cajeros automáticos están condenados a desaparecer, eso es lo que llevamos un tiempo percibiendo —y advirtiendo—. No obstante, las cosas han evolucionado más rápidamente de lo que pensábamos. ¿Y si te dijéramos que tendrás que sacar dinero de otra forma a partir de ahora? Quédate a conocer todas las novedades para que puedas acostumbrarte a los cambios que, esta vez sí, son grandes (como hicieron ya con los depósitos).
Los cajeros automático, cada vez más en desuso
La pandemia de COVID-19 ha propiciado cambios significativos en el funcionamiento de los bancos, reflejándose en la reducción de sucursales y personal, así como en la disminución de cajeros automáticos. Según el Banco de España, el número de cajeros ha disminuido drásticamente y ahora se sitúa por debajo de los 50 000.
¿Te parecen muchos? Pues debes saber que es la cifra más baja desde el año 2002, cuando empezaron a extenderse y normalizarse por parte de la población. La operativa bancaria móvil y la reducción de costes se han convertido en prioridades clave. Por esta razón, desde 2020 se ha observado una drástica disminución en el número de cajeros.
Todo ha sido parte de un esfuerzo por fomentar la banca digital para las funciones previamente realizadas en estos dispositivos. Este cambio refleja la creciente preferencia por las nuevas soluciones, impulsada en gran medida por la necesidad de adaptarse a las nuevas dinámicas y el ritmo de vida.
¿Qué ha sucedido con los cajeros automáticos en España?
La reducción en el número de cajeros automáticos se debe en gran medida a los costos de mantenimiento y a la disminución en su uso por parte de la población, como te acabamos de adelantar. Aunque en áreas urbanas su presencia sigue siendo relevante, las zonas menos pobladas están experimentando una disminución significativa en la disponibilidad de estos dispositivos.
Estarás de acuerdo en que adaptarse a este cambio requerirá el desarrollo de alternativas y soluciones innovadoras que aseguren la accesibilidad a servicios bancarios para todas las personas, incluidas aquellas que podrían encontrar dificultades para adaptarse a las nuevas tecnologías. Obviamente, a quienes más costará es a las personas mayores, con lo que esperamos un acompañamiento por parte de las entidades bancarias.
¿Cómo podrás sacar efectivo a partir de ahora?
El nuevo medio lo tienes más cerca de lo que crees, es más, está en tu propia mano. Hablamos de un sistema que tu smartphone incluye desde que lo compraste. La tecnología NFC está ganando terreno, convirtiéndose en un recurso cada vez más relevante en nuestra vida diaria, especialmente en un contexto en el que nuestros teléfonos inteligentes desempeñan un papel central.
Con la integración del NFC en los cajeros automáticos, retirar dinero se vuelve más conveniente y seguro, eliminando la necesidad de lidiar con tarjetas físicas. Simplemente acercando el teléfono estos nuevos cajeros automáticos (de los que ya habíamos deslizado algo), se realiza la identificación como titular de una cuenta de manera ágil y sencilla.
Este método simplifica aún más nuestras interacciones con los cajeros, permitiéndonos llevar a cabo transacciones de manera eficiente y sin complicaciones. La comodidad y la seguridad inherentes a esta tecnología están allanando el camino hacia una experiencia bancaria más fluida y sin fricciones en un entorno cada vez más digitalizado.
Esto es todo lo que sabemos hasta ahora de la retirada de los cajeros automáticos. La banca digital y el mayor acercamiento a las personas mayores (como el Banco Santander anunció recientemente) son dos tendencias que, cada una por su lado y de manera diferente, estaban quitando terreno a nuestra manera de retirar efectivo. Lo que queda ahora es hacer un esfuerzo por acostumbrarse.