En medio de la crisis energética y la escalada de precios, nos enfrentamos a decisiones difíciles sobre cómo calentamos nuestros hogares. En este contexto, la leña para calefacción está siendo una tendencia que ya conocemos de antes. ¿No te suena contradictorio? La clave está en su potencial para huir de otros medios que nos castigan económicamente (no como este otro que, por si fuera poco, es barato).
La leña: ¿una alternativa ante el elevado coste de la electricidad?
La crisis energética no solo amenaza con escasez, sino que impacta directamente en el bolsillo de las familias. Muchos hogares, anticipándose a aumentos futuros en las facturas energéticas, están recurriendo a la leña como fuente de calor este invierno.
A pesar de que la mayoría usa gas natural y electricidad, el pellet y la leña se están convirtiendo en opciones lógicas y asequibles. Los precios de la leña están al alza en todo el continente, con aumentos que generan preocupación por problemas ambientales.
Por ejemplo, los gránulos de madera, una forma comprimida de biomasa leñosa, han casi duplicado su precio en Francia. Esta tendencia refleja la creciente preferencia por fuentes de energía más accesibles y la creciente preocupación por el impacto ambiental de las alternativas tradicionales.
Los hogares buscan opciones que ofrezcan una respuesta económica y sostenible al encarecimiento de la energía. La leña no solo se presenta como una alternativa viable sino también como una forma de regresar a prácticas más tradicionales y locales, reduciendo la dependencia de fuentes energéticas externas.
¿Cuál es el consumo de leña en España? Una tendencia insólita
Diciembre, mes de temperaturas más suaves, no detiene la actividad de calderas y estufas. En el consumo de madera, el 2023 presenta una desaceleración tras el aumento del año pasado, impulsado por tensiones geopolíticas (ya sabes de qué te estamos hablando, lógicamente).
En 2022, la demanda y los precios experimentaron un ‘boom’ debido al temor a la escasez de combustibles tradicionales como el gas, potenciando el interés por fuentes nacionales como la leña. Los datos del sector maderero revelan aumentos significativos en el precio de la madera.
Este fenómeno refleja una tendencia hacia fuentes de energía locales y un cambio en la percepción del consumidor sobre la leña para calefacción. El aumento del consumo de este material no solo se traduce en la búsqueda de una alternativa económica.
En su lugar, sino que también refleja un cambio en la mentalidad de los consumidores, que buscan opciones más sostenibles y respetuosas con el medioambiente. La preocupación por la crisis climática ha llevado a muchas familias a considerarla como una fuente de calor.
¿Qué alternativas hay a la leña para calefacción?
Ante los crecientes precios de la leña, surgen preguntas sobre las alternativas disponibles. El gas y la electricidad se perfilan como opciones recurrentes, pero cada una con sus pros y contras. Las chimeneas de gas ofrecen una alternativa limpia y cómoda, mientras que los pellets y las chimeneas de bioetanol se consolidan.
Los pellets, fabricados a partir de materiales orgánicos, son una opción sostenible que se quema eficientemente en calderas especializadas. Su proceso de producción utiliza residuos de madera y otros materiales renovables. Son tan eficientes que los hemos tenido que analizar… y los resultados te impactarán.
Las chimeneas de bioetanol son otro ejemplo de alternativa. Utilizando bioetanol, un alcohol producido a partir de fuentes vegetales renovables, estas chimeneas ofrecen una llama real sin humo ni cenizas. Su fácil instalación y la posibilidad de ubicarlas en diversos espacios las convierten en una elección moderna.
Lo que tenemos claro, visto todo esto, es que la leña para calefacción es una vuelta a lo que conocíamos, pero con una nueva necesidad. Más que calentar nuestras viviendas y ser eficiente, también buscamos que las familias lo puedan pagar sin problemas. Es un aspecto que preocupa al Gobierno y para el que han tenido que sacar unas ayudas públicas desconocidas hasta hace pocos meses.