La situación económica de nuestro país es bastante mejor de lo que era hace un año (y ni te decimos si comparamos más atrás). Sin embargo, el Gobierno afronta ahora un problema que no tiene solución y que cada vez más naciones están percibiendo: hay demasiadas leyes en España, lo que provoca un caos que hasta ahora no habrías percibido. Una situación que se añade a este inquietante cambio en el IRPF de las pensiones.
Han contado el número de leyes en España, y nadie se esperaba la cifra
La subida del salario mínimo interprofesional ha derivado en un auténtico caos debido al complicado panorama legislativo de nuestro país. Al dejar fuera a la patronal de las negociaciones, la tardanza en la aprobación definitiva ha generado problemas en las gestorías, incapaces de reflejar el aumento en las nóminas de enero.
La burocracia, con plazos que se solapan, provoca que los trabajadores no perciban el incremento retroactivo hasta el próximo mes. Esta demora en la aplicación de las leyes impacta directamente en la economía doméstica. Muchos trabajadores se encuentran expectantes, revisando sus cuentas y presupuestos.
Igual que tú, son conscientes de que el retraso burocrático se traducirá en un menor ingreso este mes. La incertidumbre financiera se ha instalado en hogares y empresas, demostrando cómo la mala gestión legislativa puede afectar a la estabilidad económica de todos.
El Banco de España detecta este problema en las leyes y se empieza a preocupar
El Informe Anual del Banco de España revela que el exceso de normativas municipales y autonómicas está obstaculizando el crecimiento empresarial en todo el país. Más de 10 000 nuevas normas aprobadas durante el último año, complejas y diferentes entre regiones, afectan negativamente a autónomos y pequeños negocios.
La dependencia del crédito bancario y las dificultades para crear empresas se suman, convirtiendo este exceso de regulación en un freno para el desarrollo económico. La preocupación del Banco de España no es infundada; los efectos de este exceso normativo se sienten de manera palpable en la estructura empresarial española.
El informe destaca cómo la complejidad de las leyes desincentiva a los autónomos y pequeños empresarios, limitando sus posibilidades de crecimiento. La falta de armonización entre las distintas regulaciones autonómicas y municipales crea un escenario preocupante para quienes buscan expandir sus operaciones en otros países.
¿Cuál es la principal consecuencia de este exceso legislativo? La sufren los negocios
Determinar el nivel óptimo de regulación es esencial para el desarrollo económico. En España, la complejidad del marco normativo se asocia con barreras al crecimiento y una presencia predominante de pequeñas empresas (aunque otros tantos se van a trabajar al extranjero con ofertas como esta).
La regulación excesiva se traduce en menos empresas, menor productividad y dificultades para competir a escala regional. Este fenómeno se manifiesta claramente en el tejido empresarial. La presencia de micropymes, con cuatro asalariados o menos, evidencia cómo las regulaciones dificultan la consolidación de negocios grandes.
La falta de uniformidad en las leyes entre distintas regiones provoca que las empresas, en lugar de aprovechar economías de escala y especialización, se vean obligadas a adaptarse constantemente a distintos marcos normativos. ¿No te parece una cuestión que nuestros políticos deberían esforzarse por resolver?
La relación entre regulación y empresas es más profunda de lo que parece. La complejidad del marco normativo no solo afecta al número total de empresas, sino también a su capacidad para competir y crecer. Un aumento en el volumen de regulación se traduce en una disminución promedio del número de empresas.
¿Entiendes dónde está el problema y, ante todo, dónde reside la preocupación del Banco de España? Lo cierto es que no solo las empresas están sufriendo las consecuencias, también lo hacemos los ciudadanos. Un ejemplo de cómo las cosas parecen no evolucionar bien a veces: estos son los años que deberás haber cotizado para jubilarte en 2024, y no te va a gustar nada el resultado.