La situación política que atraviesa España tras no haber aún un acuerdo de Gobierno tras las pasadas elecciones del 23J hace que muchas medidas estén en el limbo esperando a ser aprobadas, y muchas leyes y normativas a ser revisadas, y no parece que se vaya a desbloquear la situación pronto, lo que puede suponer un problema en muchos casos. Te contamos el peligro que corren las pensiones en 2024, tanto que el Gobierno ha tenido que tomar medidas ya para evitar males mucho mayores el próximo año… ¡toma nota!.
España va camino de afrontar un nuevo ejercicio sin un nuevo techo de gasto y sin Presupuestos Generales del Estado, que parece que tendrán que ser prorrogados los actuales. Las cuentas deberían presentarse ya, a 3 meses para el cierre del año, algo que no se va a cumplir ya que llegado ese momento no hay un Gobierno que pueda encargarse de una tarea tan importante y decisiva, lo que afectará en muchos sentidos.
El problema con las pensiones en 2024
Uno de los problemas más importantes que se avecinan sin tener unos nuevos Presupuestos Generales del Estado es lo que pasará con las pensiones, que se llevan una de las partidas más delicadas y que se hará que la Seguridad Social pueda recibir unos 39.000 millones de euros para garantizar tanto el pago de las pensiones como la sostenibilidad de un sistema que genera dudas y que está incluso bajo la vigilancia de Bruselas.
Hay que tener en cuenta que los Presupuestos deberían ser presentados por el Gobierno en este último trimestre y aprobados por el Parlamento cada año, según se detalla en el artículo 134 de la Constitución Española, que dice también en su apartado 4 que no es posible estar sin Presupuestos, bajo ninguna circunstancia, y se establece la prórroga de los del ejercicio anterior si al iniciarse un nuevo ejercicio no se ha producido aún la aprobación de los nuevos, que es lo que va a suceder en esta ocasión. La prórroga es automática, no es una decisión que tenga que tomar nadie, si no hay nuevos Presupuestos Generales, se prorrogan los que terminan su curso.
Con los 39.000 millones de euros que va a recibir la Seguridad Social se financiarán principalmente las cotizaciones sociales, a excepción de las prestaciones no contributivas, que corresponden al Imserso y que quedan fuera de la Seguridad Social según consta en el Pacto de Toledo. En Bruselas preocupa, y mucho, el agujero estructural que tiene España en el sistema de pensiones, con un déficit del 0,5% del PIB contando ya con el dinero del Estados y con ingresos por cotizaciones históricos, lo que es bastante preocupante.
La inflación de 2023 será inferior a la de 2022, por lo que la revalorización de las pensiones que se hará a comienzos de año requerirá menos recursos de los que sí necesitó a comienzos de este año, se calcula que con un coste asociado a la actualización de unos 7.200 millones de euros. Sin unos Presupuestos que aumenten esos 39.000 millones, el Tesoro deberá echar una mano a la Seguridad Social con las pensiones para financiar el incremento, probablemente con cargo a préstamos a los que no se les aplicará el interés del mercado.
Desde Bruselas miran a España con preocupación, analizando muy de cerca la situación del sistema público de pensiones español debido al delicado peso que tiene respecto al Presupuesto anual. Habrá que ver lo que se tarda en formar Gobierno para que después se puedan confeccionar y aprobar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado que puedan servir de ayuda, entre otros, al tan necesario sistema de pensiones.