Las pensiones son imprescindibles para las personas que las reciben, en la gran mayoría de casos su única vía de ingresos, sea del tipo que sea, por lo que es muy importante estar al tanto de cualquier noticia referente que puede suponer un gran cambio en ese sentido. La Unión Europea ha lanzado un inquietante aviso sobre las pensiones para alertar de que podrían bajar un 25%, una noticia que de hacerse realidad supondría un durísimo golpe para los beneficiarios afectados, y si sigues leyendo te contamos los detalles.
¿Cuántos pensionistas hay en España?
A fecha del pasado mes de abril, en España hay 9,19 millones de pensionistas, dato total de todas las personas que reciben una pensión en nuestro país, sea del tipo que sea. De esa cifra, 4,64 millones son hombres y 4,55 millones son mujeres, datos muy parejos que llevan a repartirse las pensiones por sexos prácticamente en partes iguales.
Aunque la pensión de jubilación es la más habitual y la que reciben un mayor número de personas, también hay otras que se pueden percibir según el caso, como la de viudedad, orfandad, incapacidad permanente o en favor de familiares, entre otras.
¿Bajarán las pensiones un 25%?
Las pensiones medias se sitúan en España en un 70% del salario medio de la economía nacional, porcentaje que sube al 77% en el caso de las pensiones de jubilación. En ese sentido, la Comisión Europea proyecta una rebaja del nivel de cobertura de las pensiones, y es que sus técnicos han validado proyecciones entregadas por el Ministerio de Economía y en las que se recoge una rebaja de 13 puntos porcentuales de la tasa de reemplazo en los próximos 50 años, lo que supone una reducción del 17% de la cuantía de la pensión sobre el último sueldo. Además, la tasa de beneficio caerá en ese mismo periodo en 16 puntos porcentuales, lo que supondrá un 23% menos.
Tal y como informan detallan desde la Comisión Europea, la causa principal de esta caída prevista en las pensiones se debe a una de las medidas establecidas en la segunda fase de la reforma de las mismas, que no es otra que el destope de la base máxima de cotización hasta 10 veces más que la pensión máxima de jubilación. Esa medida tendrá un «efecto rebote» en forma de rebaja en la proporción entre lo que se aporta y lo que se recibe en el caso de los sueldos de base máxima, siendo determinante para esa caída, toda vez que las demás medidas imprimen más gasto y no entorpecen el incremento de las cuantías por ninguna vía.
Según los datos actuales, se prevé que de 2030 a 2070 el coeficiente total de las prestaciones de las pensiones disminuya, ya que los salarios crecen a un ritmo superior al de las pensiones. Desde Bruselas se espera que la revalorización de las pensiones se estabilice en una tasa anual del 2% inferior a la tasa de crecimiento prevista para ver el avance de las rentas salariales. Los técnicos de la Comisión Europea explican que «la diferencia de que el factor de indexación al IPC de las prestaciones de jubilación está siendo el factor clave que contribuye a esta tendencia es la proporción creciente de nuevas pensiones limitadas al umbral máximo, ya que las bases máximas de cotización aumentan rápidamente durante las primeras décadas, mientras que las prestaciones máximas de jubilación crecen menos que los salarios de la economía».
A pesar de todo, la reforma de las pensiones aprobada por el aquel entonces Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, logra minorar sustancialmente esa rebaja de generosidad que calculaba la Comisión Europea en anteriores análisis, ya que en 2021 se estimaba que esa caída sería de 37 puntos porcentuales, y actualmente de tan sólo 16. La reducción de esta cobertura será finalmente la mitad tras la reforma.