Las entrevistas de trabajo son un proceso imprescindible cuando estás buscando un empleo, ya que para poder acceder a él es indispensable que la empresa te conozca y te haga varias preguntas, pudiendo así evaluar a todos los candidatos para elegir el más adecuado para el puesto. Te contamos cuál es una de las principales trampas en las entrevistas de trabajo que si no la superas hará que no seas el elegido para el puesto, por muy bien que haya ido todo lo demás… ¡ten mucho cuidado!.
Preguntas más habituales en una entrevista de trabajo
Todas las entrevistas de trabajo suelen seguir un mismo patrón, con una serie de preguntas que suelen ser recurrentes para todas las empresas y diversos métodos que pueden incluir ciertas trampas para «pillar» al candidato en determinadas situaciones que servirán para descartarlo para su incorporación a la empresa. Estas son algunas de las preguntas más habituales en una entrevista de trabajo:
- ¿Por qué quieres trabajar aquí?
- ¿Cuáles son tus principales fortalezas y debilidades?
- ¿Qué sabes de nuestra empresa?
- ¿Cuánto quieres cobrar?
- ¿Dónde te ves en cinco años?
- ¿Por qué debemos contratarte?
- ¿Te gusta trabajar en equipo?
La trampa de la taza de café en las entrevistas de trabajo
Tal y como mencionamos anteriormente, en las entrevistas de trabajo te pueden poner alguna que otra trampa para ver tu reacción a ciertas situaciones, las crean específicamente para comprobar tus movimientos y que lo que hagas (o no hagas) sirva para definir tu futuro en la empresa. En muchas ocasiones, estas trampas son totalmente decisivas, y si no las superas no importa lo fantástico que sea tu currículum, lo más probable es que te dejen fuera.
Una de las trampas que más se está utilizando en los últimos años tiene que ver con una taza de café, una situación inocente y distendida que te puede poner en un claro aprieto si no reaccionas a ella como se espera, y perderás incluso la posibilidad de conseguir ese trabajo.
Imagínate la situación. Has hecho una entrevista de trabajo, ha ido bien y te ofrecen tomar un café, con todo el buen rollo, por lo que sales de la sala de reuniones para ir a la cocina o al lugar en el que tengan el café. No cabe duda de que será una situación distendida, ya sin la presión de estar «en la entrevista», pensando que ha finalizado, pero lo cierto es que estás en camino de la prueba más importante y decisiva de la entrevista.
Una vez que estás en la cocina y charlas amigablemente mientras te tomas un café, cuando lo terminas se da por finalizado «el asunto» y te querrán acompañar a la puerta para despedirte… y lo que hagas con la taza le dará a la empresa un motivo para contratarte o descartarte. Si dejas la taza sin más en la encimera/fregadero/mesa y te vas, no querrán que formes parte de la empresa. Por el contrario, si te ofreces a fregarla o la metes en el lavavajillas, habrás ganado muchísimos puntos y superado la «trampa de la taza de café».
Esta prueba con una simple taza de café le dirá a la empresa cuál es la actitud del futuro empleado, y no cabe duda de que una persona que quiere lavar lo que ensucia tiene ganado mucho más que quien simplemente deja la taza en cualquier lugar y se va sin mostrar el mínimo interés en lavarla. De hecho, no es ni necesario lavarla, el simple gesto de ofrecerse a hacerlo es lo que la empresa considera un acierto.
Ya lo sabes, si estás acudiendo a entrevistas de trabajo, ten cuidado con la trampa del café y ofrécete siempre a lavar cualquier cosa que ensucies durante tu estancia en las instalaciones de la empresa.