España está avanzando con los coches eléctricos, aunque ya te hemos explicado cuál es la situación en nuestro país. Hoy queremos trasladarnos hasta otro lugar más lejano para abordar un caso que (esperemos) no llegue hasta Europa. Sin embargo, todo podría pasar, aunque no vamos a alarmar.
¿Cuántos puntos de recarga para coches eléctricos hay en España?
El más reciente Barómetro de Electromovilidad de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones arroja luz sobre el panorama de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en España. Si bien el número de puntos de recarga ha aumentado significativamente, con un total de 20 243 conexiones públicas hasta 2023, persisten desafíos sustanciales.
En el año 2022, se instaló un total de 2000 puntos adicionales de recarga, una cifra que, aunque significativa, podría considerarse insuficiente dada la demanda creciente y el hecho de que las subvenciones para la instalación de puntos de recarga aún están disponibles.
Un dato preocupante revelado por el informe es que casi una cuarta parte de los puntos de recarga no están en funcionamiento. Algunos de estos puntos han sufrido averías, mientras que otros simplemente se desconectaron debido a la falta de demanda. Esto subraya la necesidad de una estrategia integral que promueva la adopción de vehículos eléctricos y garantice la disponibilidad y el funcionamiento de la infraestructura de carga.
La potencia de carga, objeto de desigualdades
En el Aeropuerto Internacional de Dallas-Forth Worth, Estados Unidos, se ha producido un incidente que pone de manifiesto un aspecto preocupante en el ámbito de la movilidad eléctrica: la discriminación basada en la capacidad de carga de los vehículos eléctricos.
En este caso, se prohibía la utilización de un punto de carga público de tipo rápido a los vehículos que no pudieran cargar a una velocidad mínima de 100 kW, un nivel propio de vehículos de gama media-alta y, en su mayoría, de los Tesla. Este criterio excluyente afectaba a una amplia gama de modelos más accesibles en términos de precio y ampliamente utilizados en la movilidad eléctrica.
Entre los modelos vetados se mencionaban el Smart EQ Fortwo, Mini Cooper SE, Chevrolet Bolt EV/EUV o Hyundai Kona Electric. Esta es solo una pequeña muestra de los que estaban afectados o, ¿cómo decirlo mejor? Preferimos hablar de que estaban completamente discriminados.
¿Qué posibilidades hay de que suceda esto en España?
El reciente caso de discriminación en un punto de carga público en el Aeropuerto Internacional de Dallas-Forth Worth, Estados Unidos, es un acontecimiento que plantea preocupaciones en el ámbito de la movilidad eléctrica. Aunque por ahora es un incidente aislado, sienta un preocupante precedente que podría afectar la transición hacia una movilidad más sostenible y accesible.
En España, se han implementado políticas y regulaciones destinadas a garantizar la igualdad en el acceso a los puntos de recarga para vehículos eléctricos. Entre estas políticas se encuentra la obligación para los ayuntamientos de instalar espacios públicos de recarga. Estos esfuerzos buscan fomentar la adopción de vehículos eléctricos y promover la transición ecológica en la que tanto estamos todos implicados.
Sin embargo, la posibilidad de que situaciones de discriminación en puntos de carga puedan repetirse en nuestro país genera preocupación. Estos incidentes podrían perjudicar la transición ecológica, que es una de las prioridades que la sociedad española se ha marcado para abordar los desafíos medioambientales y avanzar hacia un futuro más sostenible.
El clasismo ha llegado, desgraciadamente, a los coches eléctricos. Estos diferenciaban antes a las personas con mayor poder adquisitivo, aunque las subvenciones del Gobierno lo han cambiado todo. De momento, hemos hablado de un caso aislado en Estados Unidos, y esperemos que permanezca así.