Los sistemas ADAS llegaron para brindar mayor seguridad en el coche, y probablemente tu conducción sea más cómoda gracias a ellos. Sin embargo, es probable que te estén pasando una factura silenciosa que se está reflejando en más visitas al taller. ¿Sabes cuál es el problema que tienen? Desde luego, te dejará impactado, cmo a nosotros el kilometraje que recorren según el combustible que lleven.
Los sistemas ADAS, esenciales para tu seguridad al volante
Los sistemas ADAS son esenciales para mejorar la seguridad al volante. Estas tecnologías utilizan cámaras y sensores para monitorear constantemente el entorno del vehículo y alertar al conductor sobre posibles peligros. Gracias a estas ayudas a la conducción, se ha reducido la tasa de colisiones traseras.
Por si fuera poco, también han allanado el camino hacia la conducción autónoma a la que Tráfico se está abriendo. Estas tecnologías son los primeros pasos hacia un futuro en el que los vehículos podrán conducirse por sí mismos, lo que promete una mayor seguridad y comodidad en las carreteras.
Incluso la DGT ha establecido nuevas directrices en las que se detallan cuáles son los obligatorios. La clave está en que, desde ahora, los fabricantes deben incluir ciertas medidas de seguridad. Cuando estudiaste para el carné, los conociste como activos o pasivos; pues ha cambiado bastante desde entonces.
El lado oculto de los sistemas ADAS: cómo te obligan a ir al taller
Aunque los sistemas ADAS han demostrado ser una herramienta valiosa para la seguridad vial, también han generado un nuevo problema para los conductores: el costo de reparación y mantenimiento. Estos sistemas sofisticados requieren una calibración precisa para funcionar correctamente.
Debes saber que cualquier error en este proceso puede resultar en un mal funcionamiento de las ayudas a la conducción. La recalibración de las cámaras y sensores de este tipo de dispositivos es especialmente importante después de cambiar el parabrisas del vehículo.
Estos dispositivos se instalan en el parabrisas y deben ser recalibrados para ofrecer una información precisa a los sistemas de seguridad. Sin embargo, este proceso de recalibración debe ser realizado por profesionales, ya que una mala calibración puede provocar fallos graves en los sistemas de seguridad del vehículo.
Las averías más comunes de los sistemas ADAS: cuidado con tu coche
Las averías en los sistemas ADAS pueden tener consecuencias graves para la seguridad vial. Una de las causas más comunes de mal funcionamiento es la falta de recalibración de las cámaras y sensores después de cambiar el parabrisas. ¿Ves como un pequeño ajuste se traduce en un desembolso? Ese es el problema.
Si estos dispositivos no están correctamente calibrados, el vehículo no podrá reconocer adecuadamente su entorno, lo que puede resultar en frenazos bruscos o incluso colisiones. Un estudio realizado por el instituto MIRA reveló los peligros de una mala recalibración de sensores de aparcamiento, proximidad y otros.
En pruebas realizadas con un Toyota C-HR, se observó una degradación progresiva del rendimiento del sistema de frenado de emergencia automática (AEB) cuando la calibración de la cámara se desviaba de las especificaciones del fabricante. De cualquier modo, conviene tenerlos siempre a punto (vamos, las revisiones).
Esto demostró que una mala recalibración puede representar un riesgo para la seguridad de los ocupantes del vehículo y para otros usuarios de la vía. Recuerda que, si bien los sistemas ADAS pueden ayudarte a prevenir accidentes, es fundamental que no los consideres un sustituto ni conducción autónoma.
Una vez más, nos llevamos un desengaño con el problema oculto que puede tener un coche. Los sistemas ADAS están ocasionando un serio perjuicio que nos hace plantearnos si no estaremos llevando la innovación por mal camino. Desde luego, es una cuestión que afecta a cualquier combustible, pero que no deja de eclipsar este problema que han descubierto de los vehículos eléctricos.