El precio del aceite de oliva ha sido un auténtico dolor de cabeza para los consumidores estos últimos meses. Según datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el precio de origen ha disminuido en todas sus variantes por primera vez desde marzo. El importe a pagar sigue siendo alto, aunque esto no deja de ser una buena noticia.
Se espera que este pequeño descanso sea un precedente que marque un cambio en la tendencia del aceite de oliva y su precio. El sector pide prudencia porque todavía se está comenzando la campaña 2023-2024 que, aunque se prevé que va a ser mejor que la anterior, todavía presente precios altísimos.
Esto es lo que dicen los expertos sobre el precio del aceite de oliva
Esta información es una razón para pensar que el precio del aceite de oliva podría bajar antes de lo previsto. Una hipótesis que acuña Francisco Reguant, presidente de la Comisión de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas de Cataluña. Cree que la siguiente producción de aceite de oliva sobrepasará a la prevista.
“ON Economía” de “El Nacional” publicó el pasado 11 de septiembre un artículo donde recogía las declaraciones de Francesc Reguant sobre este asunto. “La producción estimada será superior a la prevista y, sobre todo, todas estas reservas acumuladas saldrán al mercado o reducirán el consumo y, por lo tanto, no seguirá subiendo el precio. En paralelo, también hay un efecto de sustitución. El aceite de oliva es muy resistente a la sustitución, tiene mucha resistencia, pero en el momento que lo pones además del doble, mucha gente hará el cambio. Este precio actual, el día 1 de diciembre será bastante más bajo”, expuso.
El importe del aceite de oliva podría tardar mucho más en bajar
Pero no todas las visiones se tornan tan positivas. Las asociaciones de agricultores señalan que los precios del aceite no se contendrán en futuro próximo. “Al menos, hasta los meses de mayo y junio del año que viene (2024), cuando veamos la floración de la próxima campaña. El crecimiento de los precios ha llegado para quedarse”, advierte Juan José Álvarez, secretario de organización de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) en una conversación con “autonomosyemprendedor.es”. Si tomamos en cuenta esta premisa, las previsiones cambian de color y el elevado precio del aceite podría extenderse hasta bien entrado el año 2025.
En este contexto, desde la OCU se ha solicitado al Ministerio de Agricultura que se adopten las medidas necesarias para un correcto control de la cadena de producción, velando porque no se cometan abusos e investigando posibles especulaciones.
El clima será determinante para mejorar la situación del aceite, según el ministro Planas
El ministro Planas dijo, en una entrevista con el programa “Hoy por Hoy Córdoba”, de Cadena SER, que no hay una “solución política” al desorbitado precio del aceite de oliva: «La ley de la oferta y la demanda, para el que no hay una solución política”. La solución llegará cuando llueva y mejore el estado de las cosechas, según su punto de vista. Respecto a la próxima campaña, dijo: “Deseamos que sea superior a la actual”.
En su testimonio, recordó ante la ciudadanía que se trata de un “mercado que se mueve por expectativas de futuro, por lo que, si empieza a llover de forma intensísima durante cuatro semanas seguidas, automáticamente los precios del aceite bajarán en picado”.
Gonzalo Bernardos considera que la campaña 2023-2024 también será mala
Por otro lado, cabe destacar las declaraciones de Gonzalo Bernardos, profesor de Economía, en una entrevista con La Sexta. “Normalmente a una cosecha buena le sigue una mala. La cosecha del 2022-23 ha sido muy mala y ha bajado la producción un 55%. Entonces, la 23-24 va a ser una excepción a la regla y también va a ser muy mala porque es muy difícil que llueva lo suficiente, sobre todo en Andalucía, para que remonte la producción”, explicó en el espacio “Más vale tarde”.
En conclusión, habrá que esperar unos meses para ver si esa bajada en el precio se produce o no. Por ahora, una disminución, por pequeña que sea, es motivo de alegría para los fieles consumidores del “oro líquido”.