La Sirena está pasando por la peor crisis de su historia. La cadena de congelados ha reducido sus ventas casi el 2% en el último año, obligando a su propietario, José Elías, a inyectar 4 millones de euros para evitar los números ojos. El multimillonario catalán hizo la inyección el mes pasado mediante una aportación a los fondos propios de la compañía desde Healthline Foods, el holding con el que controla el 100% del capital, según informa un comunicado emitido al BME.
Ya son varios años consecutivos de crisis para La Sirena, pese a un incremento constante en su facturación desde la pandemia del COVID-19. En el ejercicio fiscal de 2022, tiempo en el que la empresa facturó 175,83 millones de euros, el 15% más respecto al ejercicio anterior a la pandemia, tuvo pérdidas por valor de 4,93 millones.
En 2021, la facturación de La Sirena subió a 122,47 millones de euros (en ocho meses). Esto supuso pérdidas de 5,8 millones de euros en el agregado a doce meses, con un resultado negativo del 16,1% inferior al ejercicio registrado en 2020.
¿Por qué La Sirena está en crisis?
La Sirena adjudica estos escandalosos números a un cúmulo de cosas. Por un lado, unos gastos de amortización y financiación muy elevados, el incremento del coste energético y de materias primas y el ‘efecto escalón’ posterior a la pandemia. Es decir, las ventas han crecido, sí, pero menos de lo esperado. Pensaron que se iban a incrementar más una vez que los consumidores volvieran a implementar sus hábitos de compra, pero ha sido así. Las previsiones no han llegado a concretarse y la crisis es crítica.
No obstante, no todo son malas noticias para La Sirena. Su deuda financiera se ha reducido un 10,4% hasta 24,1 millones de euros. Esto supone un apalancamiento de 1,2 veces el ebitda frente al 1,6 del año pasado. El grupo siente una “posición financiera sólida”.
No está todo perdido para La Sirena
En el último ejercicio, la empresa cuadriplicó su número de pedidos online llegando a los 3 millones de pedidos en su web, entre el 2 y el 2,5% de la facturación total. En 2023, ha invertido 6 millones de euros para llevar adelante 24 actuaciones, entre las que encontramos aperturas, reubicaciones y reformas.
Ante esta crisis, La Sirena quiere salir adelante y tiene una estrategia para resurgir en 2024. Su intención es unificar todos sus establecimientos bajo el formato La Sirena Market. Fuentes de la compañía confirmaron ante “Food Retail & Service” que debería llegar a los 20 puntos de venta antes de finalizar 2023.
La compañía de José Elías apuesta así por aumenta sus referencias de seco y envasados, que ahora oscilan entre 600 y 1.200. Conviven con más de 650 referencias de artículos congelados para otorgar una oferta de compra integral a los usuarios.
“Desde La Sirena, trabajamos de forma constante en la mejora de la experiencia de nuestros clientes. Por ello, hemos apostado por la transformación de nuestros modelos de tienda, cuyo objetivo es facilitar una compra completa, económica, equilibrada y saludable, manteniendo nuestra esencia como especialistas del congelado”, expuso Xavier Lafitte, director general de la empresa, meses atrás.
El mantenimiento de La Sirena ha sido posible gracias a las mejoras en su tienda online y la extensión de la propuesta en el wholesale con acuerdos con Glovo, Amazon o Eroski, entre otros. La innovación del producto y el desarrollo de soluciones para cubrir las necesidades de todos los perfiles nutricionales es lo que termina de convencer a los que siguen confiando en esta firma.
En medio de un momento de incertidumbre y plagado de espinas, La Sirena está dispuesta a brillar otra vez.