La Semana Santa es una de las épocas vacacionales más esperadas del año, la favorita de las personas que viven las fechas religiosas con devoción, pero lo cierto es que a cualquier persona le gusta tener tantos días libres como los que se acumulan en esta festividad tan especial, sea más o menos religiosa. Te contamos la gran novedad que nos espera con la Semana Santa 2025, un cambio que podría cambiar esta celebración para siempre y que el Vaticano ya ha confirmado… ¡ni te lo imaginas!.
¿Qué es la Semana Santa?
La Semana Santa podría describirse de forma sencilla como los días en los que recordamos las buenas obras y milagros que Jesús realizó, al menos es así como se le suele explicar a los niños. Es una fecha en la que se recuerdan y destacan valores como la bondad, el amor hacia el prójimo, la misericordia, la solidaridad y la justicia.
Lo más habitual durante la Semana Santa, al menos lo que hacen los fieles, es ir a misa y participar en las diferentes celebraciones que se ofrecen en las parroquias, principalmente procesiones. Además, también se puede conmemorar en casa en la forma en la que cada familia considere hacerlo.
Esta será la fecha de la Semana Santa 2025
Hasta ahora, la fecha en la que caía Semana Santa venía determinada porque el Domingo de Resurrección se celebra el día siguiente de la primera luna llena posterior al 21 de marzo, lo que a su vez también repercute en la celebración del Carnaval (el Miércoles de Ceniza se pone 40 días antes del Domingo de Ramos)y marca muchas fechas importantes en el calendario. Así ha sido toda la vida, pero hay una persona que quiere acabar con esa tradición para establecer una fecha fija en la que la Semana Santa se celebre el próximo año, sin depender de lunas ni de ningún otro factor.
El mismísimo Papa Francisco está inmerso en negociaciones con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla para unificar la fecha de la Pascua con motivo de la celebración del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, que será en 2025. Actualmente, cada Iglesia celebra la Pascua siguiendo un calendario: la católica sigue el gregoriano, la ortodoxa sigue el juliano. El Papa quiere que entre todas las Iglesias se establezca una fecha para conseguir así una unidad que se busca desde hace más de mil años.
Se busca ahora la forma de hacerlo, básicamente qué calendario utilizar, que será al que los otros se tengan que adaptar, o bien buscar una fecha de Pascua fija. Una de las ideas que se barajan es fijar de ahora en adelante que todos los años el Domingo de Resurrección sea el segundo o tercer domingo de abril, algo así como que el Día de la Madre es siempre el primer domingo de mayo, sea cual sea la fecha exacta en la que caiga.
En el caso de que finalmente se cambiara la fórmula para establecer las fechas de Semana Santa cada año, el Papa Francisco podría desencadenar un efecto mariposa que lo cambiaría todo. Por ejemplo, si se celebrara el Domingo de Resurrección a partir del segundo domingo de abril, las fechas de Semana Santa serían del domingo 4 al sábado 10 de mayo, una fecha tardísima para una semana santa que nunca se suele ir más allá del mes de abril.
Por si cambiar la Semana Santa y el Carnaval fuera poco, este movimiento ocasionaría también un auténtico caos en el calendario escolar, ya que el final del segundo trimestre viene determinado por el inicio de las vacaciones de Semana Santa, por lo que habría que establecer una fecha aparte alejada de estas vacaciones, que podrían llegar poco más de un mes antes de finalizar el curso escolar.
Habrá que ver si finalmente el Vaticano se sale con la suya y consigue unificar la Semana Santa para que tenga una fecha de celebración fija que no dependa de lunas ni otros calendarios religiosos. Sea como sea, seguiremos disfrutando de todos esos días libres.