El Gobierno ha confirmado un cambio radical en el pago de los alquileres. Hay varias ayudas destinadas a los ciudadanos/as que viven de alquiler. En un contexto de crisis económica, el estado está buscando maneras de que este gasto mensual no resulte tan difícil para los usuarios. Se estipula un máximo de subida en las revisiones de contratos de arrendamiento hasta fin de año y se está obligando a prorrogar aquellos contratos que terminaban antes del 30 de junio por seis meses más, siempre que el inquilino/a así lo pida.
Las excepciones en las que no se haría efectiva esta realidad son que el propietario/a lo necesite para alojamiento propio, en beneficio de sus familiares o para su cónyuge. Por otra parte, las personas que tienen ingresos menores y un alquiler mensual máximo de 600 euros pueden acceder a unas ayudas que aminoran el pago de estos alquileres. La administración de estas subvenciones es gestionada mediante las autonomías.
El Plan estatal de Vivienda 2022-2025 solo prevé ayudas al alquiler para una vivienda habitual y permanente para inquilinos con ingresos anuales hasta 3 veces el IPREM, 4 veces el IPREM para familiares numerosas y personas con discapacidad y 5 veces el IPREM para familias numerosas especiales y ciudadanos/as con diferentes grados de discapacidad.
El pago de los alquileres se hace cada vez más cuesta arriba
El pago de los alquileres sigue creciendo. Está a 12,1 euros el metro cuadrado de media en España, según los datos aportados por “Idealista” el pasado mes de diciembre. Un número que representa más del 10% si lo comparamos con la cifra del mismo mes en 2022. Tras la aprobación de la Ley de Vivienda, que entró en vigor el pasado 26 de mayo, se estipularon unas zonas tensionadas en las que se prohibía aumentar el alquiler conforme al IPC. También se contempló que los inquilinos no pagaran los honorarios de la agencia.
En 2022, el Gobierno aprobó varias medidas para enfrentar los efectos de la guerra de Ucrania, un conflicto que sigue afectando diariamente al bolsillo del ciudadano español. Una de las decisiones fue la desvinculación temporal de las renovaciones de los alquileres del IPC. Puesto que el IPC llegó a una media del 8,4% en 2022, se decidió interponer esta medida para que los inquilinos lo tuvieran un poco más fácil.
Entre abril de 2022 y el 31 de diciembre de 2023, el precio de los contratos de alquiler sí pudo actualizarse, pero basándose en el Índice de Garantía de Competitividad (IGC), limitado a un máximo del 2%. Una medida temporal ha llegado a ser una de las referencias recogidas en la nueva Ley de Vivienda.
¿El pago de los alquileres subirá este 2024?
De acuerdo con la Disposición final sexta de Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda, un inquilino que tenía un contrato de alquiler regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos “podrá negociar con el arrendador el incremento que se aplicará en esa actualización anual de la renta, con sujeción a las siguientes condiciones” en 2024:
- Si el casero es gran tenedor, el aumento del alquiler será en base al pacto al que lleguen ambas partes, con un máximo de excedente del 3%. En caso de que no exista un nuevo pacto entre ambas partes, la subida de la renta permanecerá sujeta a esta misma limitación.
- Si el casero no es un gran tenedor, la actualización del precio será la que resulte del parte entre inquilino y propietario. En ausencia de este acuerdo, al aumento no podrá superar el 3%.
A partir de este año, el índice de actualización de la renta será del 3%. Por ejemplo, si estamos pagando 1.000 euros al mes, el propietario puede subir el precio 30 euros al mes (360 euros al año), en caso de que no llegue a otro acuerdo con el inquilino.