La construcción ha cambiado para siempre. Hasta ahora, el hormigón ha sido el elemento más utilizado para construir en España por su versatilidad, durabilidad y resistencia. No obstante, genera un importante impacto ambiental porque la huella que genera su producción es alta y afecta significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Para bajar este impacto lo máximo posible, hace años que se vienen creando nuevos productos que buscan respetar el medio ambiente. Uno de ellos fue el ladrillo que levanta paredes más rápido sin necesidad de utilizar concreto u otro impreso en 3D y “confeccionado” con cáscara de huevos.
Ahora, unos científicos del Instituto Técnico de Física y Química de la Academia China de Ciencias han sacado unos nuevos materiales inspirados en unos gusanos marinos, concretamente la especie gusano castillo de arena. Su llegada al mercado promete ser un antes y un después en la industria de la construcción. Los ladrillos cada vez están más lejos de la mira para dejar paso a los nuevos artículos que se están imponiendo en el mercado.
El gusano castillo de arena posee una corona de tentáculos y un tamaño que puede llegar a los 5 cm de longitud. Bajo estas circunstancias, el gusano tiene la capacidad de construir arrecifes tubulares similares a los castillos de arena, por lo que toma este nombre. Estos arrecifes son sus casas y es común verlos en playas rocosas de la costa californiana (Estados Unidos) cuando la marea está media y baja. ¿Cómo lo hacen? ¡Fácil! Segregan un adhesivo compuesto que guarda proteínas catiónicas y aniónicas. Estas hacen posible la unificación firme de granos de arena y la formación de estructuras tan asombrosas como resistentes.
Saber de esta criatura ha servido de inspiración para el profesor Wang Shutao. Ha sacado al mercado de la construcción un nuevo material con bajas emisiones de carbono.
Los ladrillos quedan lejos: este nuevo material de construcción promete cambiarlo todo
Los pegamentos naturales son de lo más prometedores porque son renovables y tienen compasión con el entorno que nos rodea. Según registra «El Español«, se han venido haciendo investigaciones para unir granos con biopolímeros. Por motivo de sus débiles propiedades mecánicas, todavía existen limitaciones prácticas para ser utilizado en la construcción y sustituir a los materiales que se utilizan en la actualidad.
Los investigadores chinos repararon en que el pegamento que segregan estos animales marinos es clave para sus “edificaciones”. En este contexto, los especialistas se apresuraron a fabricar nuevos materiales de construcción naturales (nLCBMs/±) bajos en carbono y con impresionantes prestaciones mecánicas. Todo observando e imitando el sistema de los gusanos marinos. En este contexto, el uso cotidiano de los ladrillos queda cada vez más lejos.
El pegamento que han utilizado los científicos para lograr su propósito es de biopolímeros de cara opuesta. O sea, este invento se crea a partir de diferentes granos, como arena marina, escoria de hormigón, arena del desierto o cenizas de carbón. Una apuesta sostenible y eficiente si lo analizamos desde la perspectiva energética.
“Los nLCBMs/± preparados con esta técnica muestran una resistencia a la compresión excepcional, hasta alcanzar los criterios de construcción de los materiales a base de cemento, una capacidad de reciclado por hidratación y una propiedad de resistencia a la intemperie. Nuestro hallazgo ofrece una vía prometedora para acelerar la próxima generación de la industria de la construcción con un consumo energético limitado, disminuyendo el consumo de energía y las emisiones de carbono”, son las palabras de los investigadores en el estudio publicado en la revista “Matter”.
Los ladrillos pierden peso: comienza un nuevo camino para la construcción
La llegada de este nuevo material de construcción podría ser clave para la necesidad que atraviesa el sector de encontrar soluciones bajas en carbono. Además, brinda un rendimiento mecánico por encima del que ofrece el hormigón. Habrá que permanecer alerta para ver hasta dónde llega esta revelación.