Hacienda dedica una gran parte de su tiempo y sus recursos a vigilar muy de cerca los movimientos económicos de los ciudadanos, siempre con el principal objetivo de detectar cualquier fraude o delito de tipo fiscal o económico. Te contamos cuáles son las profesiones que más va a vigilar la Inspección de Trabajo para controlar todo tipo de transacciones que pueden suponer un riesgo de fraude… ¡toma nota!.
¿Qué es la Agencia Tributaria?
La Agencia Tributaria es el organismo que se encarga de la gestión y supervisión tributaria, adscrito al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Su principal misión es encargarse de la recaudación de los tributos a las arcas del Estado, haciendo que las personas paguen sus impuestos y proponiendo durísimas sanciones cuando no lo hacen, o incluso si no lo hacen de la forma adecuada, tanto si ha sido de forma deliberada como si se trata de un error que se tiene la intención de subsanar.
Algunas de las gestiones que los ciudadanos pueden realizar en la Agencia Tributaria están relacionadas con impuestos, tasas, prestaciones patrimoniales, aduanas, censos, domicilios fiscales, certificados, recaudación, beneficios fiscales, comprobaciones fiscales, procedimientos sancionadores, requerimientos y comunicaciones.
La Inspección de Trabajo va a por estas profesiones
En su afán por detectar el mayor número de fraudes y delitos fiscales y económicos posibles, la Inspección de Trabajo, por orden de la Agencia Tributaria, pone sus ojos específicamente en determinados sectores y profesiones que por sus características son más propensas a servir de vía para la comisión de delitos como financiación del terrorismo, blanqueo de capitales o economía sumergida, entre otros.
En los últimos años, y más aún a partir de este 2024, Hacienda pone en práctica medidas especiales para combatir los delitos económicos, aumentando la vigilancia en determinadas profesionales y sectores en los que se puede llegar a generar mucho dinero en efectivo. Además, en estos sectores puede ser también difícil controlar la cantidad de efectivo que se mueve, ya que no hay una forma 100% efectiva de hacerlo. Una de las medidas más polémicas fue reducir el límite permitido para pagar en efectivo cuando hay profesionales involucrados, que estaba fijado en 2.500 euros y ahora en 1.000.
La Agencia Tributaria, y la Inspección de Trabajo, monitoriza especialmente «sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida, con especial atención al uso intensivo de efectivo o al empleo de métodos electrónicos de pago radicados en el extranjero y no sujetos, de hecho o derecho, a las obligaciones de suministro de información», tal y como recoge el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero.
Los sectores y profesiones en los que se pone especialmente el ojo para evitar el fraude fiscal son la hostelería y la construcción, además de la restauración, con especial atención a las áreas de rehabilitación y reformas, que son susceptibles de recibir pagos con grandes cantidades de efectivo que no se pueden controlar. En estos sectores resulta relativamente fácil mover mucho efectivo sin declarar, o no hacerlo en las cantidades que debe hacerse. Además del sector inmobiliario y la hostelería, la recogida de la fruta es también objetivo de Hacienda por el mismo motivo, y en algunos casos también el comercio.
Si trabajas en alguno de estos sectores o cualquiera de sus profesiones relacionadas, debes tener claro que es muy posible que a partir de ahora Hacienda y la Inspección de Trabajo te vigilen de forma especialmente cercana para comprobar si todos los movimientos económicos se están realizando dentro de la legalidad, sobre todo cuando tienes un cargo importante en la empresa o es de tu propiedad.