El IVA es uno de los impuestos más populares de nuestro país, tanto para particulares como para profesionales, y es que grava absolutamente todos los productos y servicios en Península y Baleares, ya que Canarias, Ceuta y Melilla no lo tienen y tienen otros específicamente creados para sus condiciones de fiscalidad. Te contamos cual es la malísima noticia que llega por una decisión que ha tomado Hacienda en torno al IVA y que absolutamente nadie esperaba que esto pudiera pasar… ¡es el drama del año!.
Así funciona el IVA
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un tributo de carácter indirecto que recae sobre los consumidores, ya que lo pagan al adquirir un producto o contratar un servicio. Sobre el precio neto de productos y servicios se aplica un tipo que varía en su porcentaje dependiendo de la categoría a la que pertenezca ese producto o servicio.
Están sujetos a IVA las entregas de bienes, prestaciones de servicios, importaciones de bienes y adquisiciones intracomunitarias, entre otros. La declaración del IVA debe además ser presentada por los profesionales autónomos que realicen actividades profesionales o empresariales, además de arrendadores de bienes o inmuebles, sociedades mercantiles y promotores inmobiliarios.
Hacienda se carga el IVA fraccionado para los autónomos
El Ministerio de Hacienda ha frenado en seco la reforma fiscal que iba a eliminar la obligación para los autónomos de presentar el IVA cuando sus ingresos anuales estuvieran por debajo de los 85.000 euros. Tras más de un año trabajando en un importante cambio que desembocaría en el IVA franquiciado, la Administración tenía que haber entregado el pasado mes de diciembre un informe con las conclusiones, pero ese documento nunca se entregó, ni tampoco se dieron explicaciones al respecto. Y parece que no se han retomado esas reuniones aún en este 2024.
La eliminación de esta obligación para los autónomos de presentar la declaración del IVA se marcaba para aquellos profesionales que facturaran menos de 85.000 euros anuales, y procede de una Directiva europea para homogeneizar la tributación de este impuesto en la Unión Europea, por lo que tarde o temprano tiene que llegar, de hecho, está establecido que los países miembros de la UE deben aplicar esta Directiva a partir del 1 de enero de 2025.
Los expertos aseguran que a estas alturas del año, con sólo 6 meses por delante, es muy difícil que España pueda cumplir con el plazo que ha marcado Europa sobre el IVA franquiciado ya que a día de hoy no hay un texto normativa que pueda iniciar su tramitación. Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), destaca que Hacienda da marcha atrás en la idea de eliminar esa obligación de los autónomos y que pretende únicamente eliminarla para los profesionales y empresas que realicen importaciones y exportaciones.
Además, Abada comenta que, en su opinión, Hacienda ha congelado esta reforma porque desde un punto de vista fiscal y económico tenía ciertas lagunas, ya que en determinadas situaciones parecía que iba a agrandar aún más la brecha fiscal que ya hay entre el Impuesto de Sociedades y los autónomos que tributan por el IRPF: «Nosotros veníamos reclamando que la modificación tenía que ser más profunda. No solamente debía cambiar el sistema de módulos o el de tributación de los autónomos, sino que además debía incorporar deducciones adicionales para atajar ese casi 35% de fiscalidad real que sufrimos los autónomos».
Otro punto muy importante que tenía esa reforma fiscal era que se estaba estudiando la posibilidad de aumentar la deducción para gastos de difícil justificación, como teléfono o suministros de luz o agua, una deducción que este año vuelve al 5% tras la subida al 7% durante 2023. En la mesa de trabajo se planteó incluso que llegara hasta el 10%, pero esa propuesta se queda ahora en el limbo hasta que se retome la reforma, con el cambio más importante en ese IVA para los autónomos.