La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene la obligación de velar por el bienestar de los conductores y busca continuamente maneras de hacer las carreteras más seguras. Analiza cada detalle que sucede en la vía pública y lo traslada a su normativa. En los últimos años, la siniestralidad y las víctimas mortales en accidentes automovilísticos se ha disparado y se están tomando medidas rígidas para tratar de poner un freno. Una de las normas que el organismo está considerando implementar es la restricción de las gafas de sol convencionales.
Entre los peligros más comunes a los que se expone la gente que no lleva gafas en días que hay mucho sol es el deslumbramiento. La cantidad de luz que emana de los vehículos, el sol y la luz reflejada da como resultado un deslumbramiento que puede terminar con la vida de los que van en el coche.
La DGT podría exigir antes de lo que pensamos unas gafas de sol específicas para utilizarlas únicamente cuando estamos al volante. El argumento de la Dirección General de Tráfico es que algunas gafas de sol empeoran la visión y pueden hacer de las carreteras un espacio inseguro para circular.
La DGT podría pedir unas gafas de sol especiales para la conducción
El objetivo de la DGT sería que el conductor o la conductora que desee utilizar gafas de sol mientras conduce, lleve unas que estén homologadas. Su fabricación debería seguir unos parámetros de calidad y unos requisitos específicos que garanticen que el ciudadano/a tiene un campo de visión amplio.
La idea de la DGT es que las gafas de sol nunca supongan un riesgo, sino más bien que se conviertan en una herramienta que ayude a que todo fluya mejor en el volante. Las gafas de sol comunes ayudan a reducir el impacto del deslumbramiento del sol, pero no eliminan por completo los reflejos molestos de la carretera. Sumado a esto, no siempre garantizan que el usuario/a goce de una visión clara y sin obstáculos.
Ventajas de las gafas de sol que le “gustan” a la DGT
Las gafas que podría pedir la autoridad del tráfico tendrían que tener un filtro polarizado que elimine estos defectos que tienen las tradicionales. Al mismo tiempo, este producto mejora la percepción de los colores, permitiendo identificar de manera rápida las señales de tráfico o los semáforos.
Su diseño reduce las distorsiones visuales y permite que sea más fácil darse cuenta cuando hay otros vehículos en movimiento u obstáculos en la carretera. La Dirección General de Tráfico advierte de las terribles consecuencias que puede tener utilizar las gafas de sol “de toda la vida”. Recuerda que, sin importar del tipo que sean, han de utilizarse solo cuando es necesario y evitarlas al máximo en momentos de niebla, lluvia u oscuridad. Por ejemplo, un caso en el que nunca deberían utilizarse es cuando el conductor o la conductora está pasando por el interior de un túnel.
Es una recomendación, no una imposición
Cabe destacar que la DGT no pone multas específicamente por utilizar gafas de sol convencionales. No existe una sanción para eso, pero sí una recomendación por parte del organismo autónomo del Gobierno de España para que los ciudadanos/as tomen la decisión correcta. No es una imposición, sino una sugerencia que llama a la responsabilidad de cada conductor y conductora. Enfatiza la importancia de adecuar la visión a las condiciones de iluminación y el tipo de conducción que se va a hacer.
En conclusión, la elección de las gafas de sol que se utilizan para conducir es un punto importante para asegurar nuestra propia seguridad y la del resto de los ciudadanos con los que nos crucemos en el camino. Escoger una opción u otra puede marcar la diferencia entre un siniestro o un viaje sin altibajos. Para una experiencia de conducción segura, ¿cómo decir que no a la recomendación de la DGT?