La ITV es uno de los trámites obligatorios para todos los conductores que tienen algún vehículo en propiedad, ya que tarde o temprano le tocará pasar por ella para ver si sigue estando en condiciones óptimas para la circulación. Te contamos el por qué muchos coches no pasan la ITV, la DGT deja claro que hay que tener mucho cuidado por esto en la luna que puede dejar tu coche fuera de juego… ¡toma nota!.
¿Qué es la ITV?
La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un proceso que tiene como objetivo asegurar que los vehículos que están en circulación mantengan condiciones de seguridad por encima de los mínimos exigidos para minimizar el riesgo de accidentes por causas técnicas, y de un tiempo a esta parte se centra también mucho en contribuir a proteger el medio ambiente a través de la reducción de las emisiones de los gases de escape.
Dependiendo del tipo de vehículo se deberá pasar cada determinado tiempo, por ejemplo, en el caso de los turismos, están exentos de pasar la ITV hasta que tienen 4 años de antigüedad, mientras que entre los 4 y los 10 deben pasarla cada dos años, y de forma anual cuando el vehículo cumple los 10.
¿Se puede pasar la ITV con la luna dañada?
Cada vez que pasas la ITV te ponen la típica pegatina visible en la luna delantera, normalmente en la esquina superior derecha para no entorpecer la visión del conducto en ninguna de las maniobras que pueda necesitar realizar. Aunque en un principio estas inspecciones se realizaban únicamente para comprobar que el vehículo estaba en perfecto estado para la circulación, últimamente ha cobrado también mucha importancia el hecho de comprobar las emisiones para evitar el uso de los vehículos más contaminantes.
Al ir a pasar esta inspección te la pueden rechazar por fallos graves, pero hay algunos que se consideran leves y te otorgan el apto para poder circular igualmente, siempre y cuando te comprometas a poner solución a ese problema de inmediato. Los fallos graves, sin embargo, te obligan a llevar el coche al taller para resolver el problema y después volver a ver si puedes pasar la inspección. Las personas que se encargan de revisar los vehículos para pasar la ITV deben fijarse en determinados aspectos, y uno de ellos es las lunas del vehículo, concretamente para comprobar que están en perfecto estado en su totalidad.
En el caso de tener una luna con algún golpe, o mínimamente rajada, se considerará dañada y habrá que repararla, según destaca la DGT: «No podrás pasar la ITV con una luna rajada, ya que el Reglamento General de Circulación es muy claro en este aspecto: “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule”, así como obliga al conductor a “mantener el campo necesario de visión”.
En el caso de que no cumplas con la normativa con el tema de las lunas, las multas pueden ascender hasta los 200 euros, y ten muy en cuenta que una fisura, impacto o un simple deterioro visible del parabrisas se considera una falta grave durante la ITV y tu vehículo será considerado como NO APTO. Además, la cosa no queda ahí, ya que si las escobillas limpiaparabrisas tampoco funcionan se considerará también un fallo grave. ¿Por qué es esta «obsesión» con las lunas? Pues su explicación es tan sencilla que es lo que tiene inmediatamente delante el conductor, por lo que no debe haber ningún riesgo de reducir la visibilidad.
Ya lo sabes, si tienes que pasar la ITV próximamente, revisa bien tus lunas antes de llevarlo para no arriesgarte a llevarte una multa por no tener tu vehículo en perfectas condiciones.