Los supermercados cooperativos son una tendencia en auge en nuestro país —no en vano han sobrevivido incluso a la inflación—. Durante este último año, hemos visto cómo alcanzan su primera decena, aunque muchas personas siguen sin conocerlos. ¿Sabías que son comercios sin ánimo de lucro y con trabajadores voluntarios? Estas son dos de sus curiosidades, pero hay más (también de la nueva tienda de bebidas que abre en España).
Una iniciativa que surgió con la crisis y continúa con la inflación
Los supermercados cooperativos son iniciativas ciudadanas sin ánimo de lucro que surgen como alternativa a las grandes cadenas de distribución. Se basan en un modelo de consumo responsable y sostenible, donde los socios-clientes son los propios trabajadores voluntarios.
Este concepto nace en España hace una década debido a la crisis económica y la necesidad de muchas familias de acceder a alimentos básicos a un precio asequible. Los primeros surgieron en Cataluña y el País Vasco, extendiéndose después a otras comunidades.
Actualmente existen más de 10 supermercados cooperativos en funcionamiento. Son tiendas pequeñas gestionadas por asociaciones vecinales, donde no hay jefes ni empleados, y todos los socios-trabajadores aportan unas horas semanales de su tiempo. El objetivo no es ganar dinero, sino cubrir una necesidad social.
Los supermercados cooperativos, al detalle: así funcionan estos comercios
Los supermercados cooperativos funcionan gracias a la participación activa de sus socios y voluntarios. Cualquier persona puede convertirse en socio pagando una cuota anual. Los socios se encargan de determinar qué productos se venderán, realizar los pedidos a los proveedores y gestionar las tiendas.
El modelo de negocio se basa en la autogestión. Los socios eligen a una junta directiva y deciden en asambleas cómo se administrará el supermercado. También establecen los márgenes de ganancia de los productos, que suelen ser bajos para lograr precios asequibles.
Estos supermercados no tienen fines de lucro. El dinero obtenido con las ventas se reinvierte en la compra de nuevos productos y el pago de gastos operativos. Están en ciudades como Barcelona, Zaragoza, Alicante, Madrid, Murcia, Vigo y Sevilla, con cadenas tan conocidas como La Osa.
De esta manera se reducen costos de personal. La sostenibilidad de los supermercados cooperativos depende del compromiso constante de sus socios. Dicho de otro modo, que el cliente es el jefe (como en Mercadona, vamos, pero sin hacer negocio en sí y con un modelo completamente diferente).
Si no quieren hacer negocio, ¿cuál es su objetivo? Lo hemos descubierto
Los supermercados cooperativos surgieron como una alternativa al modelo tradicional de supermercados con ánimo de lucro. Su principal objetivo es ofrecer productos de calidad a precios asequibles, eliminando los márgenes de beneficio que añaden las grandes cadenas.
Estos supermercados buscan beneficiar a la comunidad, no generar ganancias para unos pocos. Su misión es combatir la pobreza alimentaria y promover el consumo responsable y sostenible. Se rigen por valores como la solidaridad, la autogestión y el compromiso con el entorno.
Al ser gestionados por sus propios socios de forma voluntaria, los costes operativos se reducen al mínimo. Eso permite ofrecer alimentos frescos y de temporada a precios hasta un 30 % más bajos que en supermercados convencionales.
Otro de sus objetivos es minimizar el desperdicio de alimentos. Mediante acuerdos con productores locales, se compran excedentes agrícolas que de otro modo se desecharían. También recuperan productos próximos a su fecha de caducidad de otros supermercados.
Como ves, los supermercados cooperativos son un tipo de comercio diferente al que estamos habituados, con una propuesta bastante diferente que se aleja del negocio en sí. Lo que se busca no es hacer dinero, sino distribuir alimentos de un modo más equitativo y centrado en las personas. Sin embargo, no es la única novedad del sector que nos interesa, Carrefour acaba de hacer un cambio muy impactante.