Las malas conductas al volante suelen tener castigos, principalmente en forma de multas, y también quitando puntos del carnet, entre otros, por lo que es importante modificarlas para conducir siempre según lo establecido por las normativas. Te contamos cuál es la popular conducta ante un control que la DGT quiere erradicar y que te costará una multa de hasta 30.000 euros si te pillan haciéndola… ¡toma nota!.
¿Qué es la DGT?
Las siglas DGT corresponden a Dirección General de Tráfico, un organismo autónomo que se creó en el año 1959 y que pertenece al Ministerio de Interior, con personalidad jurídica pública diferenciada. Tiene como misión desarrollar acciones para mejorar el comportamiento y movilidad de cualquier vehículo en las vías españolas, además de formar e informar a los conductores.
La estructura actual de los servicios periféricos de la DGT se reparte en 50 Jefaturas Provinciales, 2 Jefaturas Locales y 16 Oficinas Locales.
30.000 euros de multa por dar la ubicación de un control de la DGT
La DGT puede poner multas o sancionar de diferente forma y consideración en función de la falta cometida, ya que puede ser desde leve hasta muy grave, en algunos casos se aplican multas económicas, en otros se quitan puntos, que suelen ser los dos «castigos» más habituales.
La Policía Nacional ha querido recordar en sus redes sociales la importancia que tiene no comunicar la ubicación de un control en carretera, con el principal argumento de proteger la seguridad vial y ciudadana, que podría verse afectada si se comparten las ubicaciones de los operativos de vigilancia, lo cual puede ser contraproducente por diferentes motivos. Hay varios tipos de controles policiales que se pueden montar en las carreteras españolas, por ejemplo para vigilar el consumo de alcohol y drogas al volante o la búsqueda de infractores en concreto, entre otros.
Si las autoridades detectan que una persona ha avisado de la localización de un control de carretera, la multa puede ser de miles de euros, concretamente de hasta 30.000 euros. Una de las formas más habituales de avisar a otros conductores de un control es haciendo ráfagas de luz a los que se cruzan en sentido contrario para que lo supieran los que se lo van a topar de frente, una conducta que incumple gravemente con el uso de las luces del vehículo que se regula en el artículo 100 del Reglamento General de Circulación, en el que se especifica que «utilizar la luz de largo alcance en forma de destellos y con propósitos diferentes a los contemplados en este reglamento está prohibido».
La sanción mínima es de 100 euros que pueden llegar a 200 por deslumbrar a otros conductores, pero si ese gesto de destellos con las luces se realiza para avisar de un control, las consecuencias pueden ser de hasta 30.000 euros, al igual que si se utilizan las redes sociales o cualquier otra plataforma para advertir de la ubicación de cualquier control policial en las carreteras. Eso sí, es difícil saber si un usuario realmente ha avisado de ese control, y para recibir esa sanción deben demostrarse los hechos en un juzgado.
Según la ley Orgánica 4/2015, más conocida como ley mordaza, «interferir en el éxito de operaciones de los agentes de seguridad es una infracción grave que será sancionada con entre 601 y 30.000 euros de multa». Si además de avisar se añaden imágenes del control en las que salgan los agentes se estaría incurriendo otra infracción grave, tal y como refleja otro artículo de esa misma norma.
Por supuesto, además de las multas económicas, la DGT deja claro que las sanciones pueden ir también acompañadas de la retirada del permiso de conducir por un periodo de hasta dos años.